Mis clases son lúdicas y profundas a la vez. Esto significa que el proceso educativo está marcado por una mirada positiva donde el estudiante se convierte en el protagonista del quehacer pedagógico. La intención e invitación es hacer del aprendizaje una experiencia motivante y creativa; activa e innovadora. Acorde a los tiempos y conectada con la realidad y el acontecer mundial. Valoro las personas y sus distintos procesos y ritmos. Esto significa que cada estudiante podrá aprender en una forma tranquila, acompañada y sin presión. Respetando la individualidad y características personales. La esencia de las materias que imparto (filosofía, Etica, religión y desarrollo personal) me permite tener una comunicación cercana y honesta con mis estudiantes, es decir que generalmente en mis clases, se crea un espacio de confianza, respeto y profundización de los distintos temas abordados. Tengo experiencia con niños, jóvenes y adultos. He trabajado en colegios de mucho prestigio en Chile. También he participado en proyectos de promoción humana, en sectores más vulnerables. Estos proyectos han implicado trabajar ordenada y concientemente en planificación y organización, considerando siempre todos los detalles, para obtener resultados de calidad. De esta forma se le da la dignidad que se merecen todas las personas.
Finalmente puedo decir que en la organización de eventos filosóficos, proyectos sociales, (visitas a jardines infantiles, hogares, cárceles de menores, etc.); proyectos artísticos y creativos, he tenido grandes logros, que me hacen sentir orgullosa y me dan energía para seguir creando y trabajando con estudiantes de todas las edades, dando la posibilidad de dar sentido a sus vidas.