Desde pequeña he disfrutado del movimiento, de la danza. Comencé mi camino a los 6 años y no me he detenido. Después de bailar unos años, rápidamente me percaté que enseñar y transmitir mis conocimientos era, y es algo que me apasiona y disfruto muchísimo.

Creo fervientemente que la danza y el movimiento son parte fundamental del ser humano. Desde el vientre materno ya nos movemos y comunicamos con nuestras madres, diciendo: acá estamos, soy vida, soy movimiento.

Tanto en las clase de los niños y niñas como en las de los adultos mi atención está puesta en la toma de consciencia del propio cuerpo, como me muevo y me habito. El enfoque de las sesiones varia según la edad grupo, la clase que esté realizando, el número de alumnos y sus condiciones físicas: yoga, ballet, somática, infantil, adultos, uno o más alumnos, o si presenta lesiones, etc.

En el caso de las niñas y niños, mi principal objetivo es desarrollar el lenguaje corporal. Brindarles la posibilidad de descubrirse a sí mismos, desarrollando su creatividad, autoconfianza, sentando bases para su autocuidado y desplegar todo su potencial.

En mis clases sus hijas e hijos aprenderán no solo de ballet, danza o de movimiento, sino también a expresarse, comunicarse desde lo corporal... creciendo como niños y niñas con una visión más integral.