La actual situación sanitaria, nos plantea un desafío en términos personales y por supuesto que en términos educativos. La educación on line siempre fue vista como un elemento educativo sin la validación suficiente.
Hoy como educadores nos vemos enfrentados a mantener contacto con los y las estudiantes desde una plataforma web, desde el teléfono, whatsapp o simplemente a través de una guía impresa que los apoderados van a buscar al establecimiento.
El tema de fondo es,¿ los establecimientos formales están entregando una respuesta educativa que vela por la equidad? ¿Qué pasa con aquellos estudiantes que no tienen acceso a estas nuevas tecnologías o que simplemente no tienen, cómo hacerse parte de este proceso educativo?
Es triste ver como la brecha se sigue perpetuando, ahora entre los que tienen acceso a la tecnología y aquellos que ven desde lejos. El curso que va tomando la educación actual.
La nueva educación lejos de ser equitativa y de fácil acceso para todos y todas, es un punto de discriminación y una forma de segregar a la población vulnerable.
El estado debe ser un ente garante de los derechos individuales de las personas y en este momento miles de niños y niñas chilenas, ven como son vulnerados y una vez más violentados por la falta de igualdad.
El desafío de llegar a todos y todas se está delegando a los educadores, esta situación genera desgaste y ansiedad en los colegas, no es tiempo de culpar a nadie pero esta labor es compartida. Estado-escuela-docentes-padres y apoderados, si no estan alineados dificilmente logremos equidad algún día.