Mis experiencias han sido en colegios vulnerables, los cuales poseían una cuarta parte de sus estudiantes con necesidades educativas especiales. Por tanto, entiendo que no todos aprenden al mismo ritmo y de ahí la importancia de trabajar empleando el modelo constructivista. Es decir, partir desde los conocimientos propios del estudiante como base y haciéndolo partícipe constantemente en la construcción de su propio conocimiento. En consecuencia, mis clases no son netamente expositivas. Por el contrario, voy haciendo partícipe al estudiante constantemente, realizandole preguntas y actividades.
Por otra parte, los establecimientos en que me desempeñé, contaban con estudiantes de 8 países distintos, por lo que entiendo que no todos tienen las mismas bases y tengo experiencia realizando nivelaciones mediante clases a grupos pequeños (pues debían realizar pruebas para convalidar conocimientos).