Llevo 10 años educando con amor, paciencia y tratando de conquistar a todos los y las estudiantes que no le gustan las matemática, a través de la simplicidad, llevando la matemática a ejemplos cotidianos de la vida diaria, para que los estudiantes les encuentren sentido del porque es necesaria aprender esta asignatura que muchas veces les es tan complicada. Enseñó desde el error y aceptando que todos los días es un aprendizaje nuevo tanto para mis estudiantes como para mi, a través del lenguaje utilizado en mis clases fomento la sensación de capacidad de logro en cada momento, esperando que al finalizar la clase el o la estudiante se sienta capaz de lograr todo lo que se proponga.