Al ser el instrumento que tiene más golpes, ayuda a eliminar la tensión y a bajar el estrés. Aprender a tocar la batería requiere el trabajo y coordinación de todo el cuerpo, y este esfuerzo físico puede ayudarte a quedar más relajado una vez finalizada la práctica.
Las clases de música son muy beneficiosas a nivel emocional: la música sirve para desconectarnos de los problemas y disfrutar de las melodías, y aprender a tocar la batería puede ser un buen camino para combatir la depresión, disminuir la ansiedad y conseguir un estado de mayor bienestar. Como todo instrumento, al tocarlo permite la liberación de las hormonas que están vinculadas a la felicidad.
Una clase de batería también tiene efectos positivos sobre el desarrollo cognitivo: a nivel cerebral se producen conexiones a partir del esfuerzo de coordinación de todas las extremidades, y de la concentración en el ritmo y pulsos que lleva la melodía que se está tocando. Esto puede ayudar a mejorar el rendimiento académico o laboral, e incluso se afirma que la lectura de partituras y comprensión de las estructuras musicales favorece las habilidades del lenguaje y de las matemáticas.
¿Cómo comenzar a tocar la batería en Santiago ciudad?
Para tomar clases de batería lo primero que necesitarás es, obviamente, el instrumento. Puedes comprar una batería -las hay de varios tipos y en un amplio rango de precios-, o bien pedirle a un familiar o amigo que te preste la suya para cada clase de batería y practicar cuando lo necesites. Si decides adquirir una, puedes optar por una tradicional, o una electrónica si es que no quieres perturbar a los vecinos con el ruido.
Pero si no tienes una, ¿es posible aprender a tocar batería sin batería? ¡Claro que sí! No te desanimes: hay muchos profesores de batería que ofrecen clases particulares en sus casas y facilitan el instrumento a sus alumnos, sobre todo para las clases de batería para principiantes que aún no se han decidido del todo o no han podido comprarse una.
Otra alternativa son las clases de batería online especialmente orientadas a quienes no cuentan con el instrumento, y que pueden practicar dando golpes sobre otros objetos o instrumentos de percusión como tambores o cajones de madera, para de ese modo ir aprendiendo a seguir el ritmo, los tiempos, distintas transiciones, entre otros.
Clases de batería en Santiago
Si ya te has decidido, te contamos que es posible encontrar una enorme oferta de clases de batería en Santiago. En tusclasesparticulares.cl hay un catálogo muy variado de profesores de batería con distintas modalidades de trabajo y enfoques de enseñanza, puedes leer las descripciones para escoger al que se adapte a tus tiempos y necesidades.
Además, ¡ofrecen la primera clase de prueba gratis! Esto es ideal para que conozcas en qué consiste una clase de batería y cómo es la metodología de trabajo del profesor de batería que has escogido.
Podrás optar por clases de batería presenciales o en línea a través de servicios como Zoom o Google Meet, dependiendo de lo que cada profesor de batería ofrece. Puedes enviarles un mensaje a través de la plataforma para hacer preguntas y resolver tus dudas antes de contratar tus clases de batería.
En promedio, una clase de batería dura unos 60 minutos, aunque hay varios instructores que adaptan sus tiempos dependiendo del nivel del alumno y las necesidades que tenga, por lo que recomendamos que consultes si es que por ejemplo preferirías clases de batería de larga duración para un aprendizaje más intensivo, por ejemplo.
Otra opción buenísima para tomar clases de batería en Santiago es la Escuela Moderna de Música, que se encuentra en la comuna de Vitacura, o el centro ProJazz, que cuenta con dos sedes en el centro de la ciudad. Ambas son academias de música especializadas y reconocidas en la enseñanza de disciplinas musicales en diversos instrumentos.
También destaca para aprender a tocar batería en Santiago la Escuela de Batería Alejandro Ramírez, que se encuentra en el barrio Bellavista y ofrece clases de batería a alumnos desde los 12 años en adelante. Es una buena opción para quienes aún no tienen el instrumento, ya que el profesor solo pide que cada alumno lleve sus baquetas.