Trabajo hace 30 años enseñando. Soy paciente. Mi método es la práctica constante y siempre partir de cero.
Primero diagnostico. Me gusta que hable el alumno más que yo. La clase personalizada es muy importante, la comodidad del estudiante.
Estoy convencida de que muchas veces entienden los alumnos. Lo que le falta al profesor es activar correctamente sus conocimientos previos, aclarar un poco más la materia para eso.
El alumno debe entender que la tipología textual en lengua es un hecho. Hay textos simples, como el descriptivo o narrativo; otros, complejos, como el argumentativo (cuya estructura hay que conocer:tesis, argumentos y conclusión). También está el expositivo, que complica la vida del estudiante, porque no se trabaja mucho. Al estudiante le cuesta darse cuenta de que la palabra clave del texto puede decirse de más de una manera (por ejemplo, ballena, cetáceo, animal, etc.). Otro tema son los géneros literarios, sobre todo el lírico. Hay dificultad cuando se pide encontrar figuras retóricas en un texto o construirlas.
El mundo de la literatura y gramática, de todas formas, es fascinante si se sabe guiar.
He tenido alumnos destacados, que escriben ensayos acerca de temas complejos, y otros que han participado en debates y han obtenido los primeros lugares.
Para mí también es interesante, imprescindible, que el alumno cree, critique, debata una respuesta. Apelo a que sea un aprendiz inquieto, activo, y que de pequeño piense en su carrera ideal, no en una impuesta, que sea feliz con lo que hace, aplica.