Ya era momento que terminaran las eternas horas en una clase de más de treinta participantes, donde el maestro solo repite y repite su misma clase por días, meses, años, sin consultar la eficiencia de sus lecciones, salvo por algunas evaluaciones que no hacen más que reflejar cuánto un alumno puede demostrar, bajo presión, con el tiempo en contra, sin sentirse relajado y demostrar lo que realmente ha aprendido y planea utilizar de la mejor manera para encontrar soluciones en su proyección de vida.
Sin duda, nos encontramos en los inicios de una nueva era educacional que permite llegar mucho más lejos, no solo para personas experimentadas en su campo profesional, sino para aquellos que recién empiezan su travesía en esta interfaz formativa que nunca termina, por cierto.
Hay muchas opciones que nos presenta la web, hoy en día. Es importante tomar en cuenta el tiempo que dedicaremos, la calidad de la propuesta y sus educadores, las conexiones o referencias internacionales que ofrecen y promueven, la variedad de cursos y enfoques que expongan, pero hay un detalle fundamental, observar cuán beneficioso será introducirnos en ese programa por un tiempo considerable.
Existen plataformas de contacto, plataformas de enseñanza virtual, y también plataformas de metodologías virtuales. Todas y cada una con sus ventajas y desventajas dependiendo del educando y su manera de aprender, ya que serán quienes decidirán si realmente fue beneficioso ese período.
Y con esta impactante ola de oportunidades, también se desarrollan conceptos que debemos saber identificar y comparar para un mejor análisis de intención educativa. Las propuestas abrumadora del e-learning y m-learning, que podemos encontrar en todos lados, no siempre son abordadas de la mejor manera al momento de generar el contenido correcto y la forma en cómo esa ventana se compromete con el mundo. Sin embargo, cuando se ejecutan de manera óptima generando cuestiones y proporcionando resultados impecables, es una herramienta que permite conllevar una formación integral en menor tiempo que lo habitual.
Definitivamente, un proyecto renovador que satisface las necesidades de aquellos educadores que necesitábamos arriesgarnos a establecer una nueva cultura de educación creativa, dinámica e interactiva, donde logremos incorporar un sistema moderno y fresco del pensamiento crítico, y sea aceptado por lo que les ofrece y motiva a seguir generando para su realidad y proyección de vida.