Durante muchos años dando clases de guitarra a alumnos de niveles y edades distintas, he llegado a conclusiones básicas sobre el sentido del “enseñar a tocar”.
Al encontrarme con perfiles distintos, en los cuales se expresan los deseos y ambiciones, talentos, limitaciones en distintas formas , mi "plan" nace durante la misma relación entre profesor y alumno, al igual que las relaciones personales de una forma única, donde el éxito de las clases se refleja en un aprendizaje mutuo.
Mi objetivo principal es que el alumno se divierta, conforme yo le ayude a aclarar los objetivos que realmente desea, (a veces no son tan definido al principio) y de esa manera poco a poco ir descubriéndolos, pero siempre en un marco de ”disfrutar de la música” desde la primera nota y sensación , independientemente del estilo o nivel.
La música es una practica con el objetivo único de disfrutar, no importa la edad en la cual se empieza la experiencia, es más importante descubrirse en ella, con actitud sincera y ganas de trabajar.
Además las clases se dan en un estudio de grabación “home/estudio” lo cual es un incentivo que sugiero mucho a todos lo que hacen música, ya que el proceso de grabación es una asignatura muy interesante para el crecimiento de cualquier persona que toca un instrumento. En muchos casos alumnos que han empezado a tomar clases conmigo como principiantes, después de un año juntos, hemos podido grabar alguna canción, sobretodo los que al mismo tiempo de tocar, cantan.
Es muy interesante para mi ver como es posible romper esta barrera que fácilmente se encuentra en personas que empiezan a tocar y romper el miedo de “hacerlo mal”, por ejemplo mediándose con otras personas que llevan tocando mas tiempo y así descubrir que cada uno tiene una oportunidad y un espacio único en la música debido a la individualidad que todos levamos.