Muchas veces nos sucede que estudiamos para una prueba y no nos va como esperábamos, pero la pregunta es: ¿Estudiamos de manera adecuada los contenidos a evaluar? ¿Nos organizamos bien?
He aquí un tip que siempre me ha sido útil: al momento de preparar una prueba, realizo en primer lugar un resumen de los contenidos abordados, con destacadores, colores, que llame harto la atención, para que luego al estudiarlo no se vea tan denso. Una vez hecho esto, procedo a realizar los ejercicios correspondientes a los contenidos, pero no todos los que existen, sino que un par de cada tipo, entendiéndolos y, en algunas ocasiones, mecanizándolos.
Con esto, la prueba está bien preparada al menos en el papel, luego depende de nosotros rendirla de manera adecuada. Sin embargo, hay veces que uno simplemente no puede rendir como esperaba, quizás por motivos fuera de lo académico, por lo que lamentablemente se debe rendir examen.
Es sabido que en los exámenes entra toda la materia del curso, por lo que resulta tedioso estudiarla toda desde cero; pero como nosotros hicimos resúmenes por cada prueba, resulta mucho más fácil estudiarla.
Este método me ha sido útil en el estudio para pruebas parciales, para exámenes, e incluso para estudiar un curso por segunda vez luego de reprobarlo por abc motivo. Resulta cómodo y se optimiza considerablemente el tiempo.
Pruébenlo y me cuentan cómo les va. Éxito y saludos!