Nuestro cerebro es el órgano que determina en un 100% el cómo percibimos nuestra realidad. Dependiendo de él, de cómo lo hemos entrenado y de cómo está acostumbrado a operar, será la imagen que nos armaremos de nosotr@s mism@s, de las personas que nos rodean, de nuestras circunstancias y de nuestra vida en general.
¿Habías oído hablar, alguna vez, de la metacognición? La metacognición es la cualidad que tiene nuestro cerebro de percibirse a sí mismo, es decir, es la capacidad que tenemos de pensar en nuestros propios pensamientos, de conocerlos: Es ser conscientes de los procesos mentales que utilizamos en cada situación. Es ser conscientes de nuestra consciencia.
Si bien la metacognición es una habilidad natural en los humanos, ésta puede fortalecerse y desarrollarse cada vez más. Esto quiere decir que podemos hacernos cada vez más hábiles en la capacidad de percibir cómo opera nuestro cerebro. Y, si somos capaces de observarlo y entenderlo, seremos capaces también de modificarlo. De aquí viene nuestra capacidad de aprender de nuestros errores, de mejorar nuestras estrategias de acción en diversos ámbitos, de aprender nuevas cosas, etc.
Ahora, si tenemos en consideración que es nuestro cerebro quien determina (o crea) la realidad que percibimos... ¿Qué sucede cuando aprendemos a controlarlo? Nos volvemos creadores conscientes de nuestra realidad.
Si bien, todos los días y en todo momento, estamos creando nuestra realidad, muy pocas veces lo hacemos a conciencia.
Por ejemplo:
- Estamos creando una realidad desde la carencia: cuando decidimos centrar nuestra energía y atención en lo que nos falta, en lugar de lo que ya tenemos;
- Estamos creando una realidad desde nuestras falencias, cuando nos centramos en aquello que hacemos mal, en lugar de centrarnos en nuestra fortaleza de probar cosas nuevas.
Creamos nuestra realidad 24/7, sin embargo, lo olvidamos. Cuando adoptamos la costumbre y el hábito de observar nuestra mente, de observar cuáles son nuestros pensamientos, cuáles son sus temáticas y cuáles son los discursos que solemos repetirnos, somos capaces de modificarlos hacia otros nuevos.
El primer paso para reprogramar nuestro cerebro está estrechamente relacionado con la capacidad que tenemos de observarlo. Para ser más conscientes, debemos trabajar en ello.
Estrategias para desarrollar la metacognición
Algunas de las estrategias que te recomiendo utilizar para desarrollar y trabajar la metacognición y la consciencia son:
- Diario de reflexiones
- Hacernos preguntas que nos inviten a pensar en cómo estamos pensando
- Hablar en voz alta
- Meditar
Te invito a probar algunas de estas prácticas. Si te funciona, déjame un comentario con tu experiencia aquí!